"Vístete de acuerdo a lo que quieres ser...a dónde quieres llegar...el éxito que quieres lograr...vístete para triunfar.."
Una buena imagen abre muchas puertas y crea nuevas oportunidades. ¿Sabías que a mayor imagen, mayor poder de influencia tenemos?
Pues bien, quiero decir que tu imagen debe hacerte el camino más fácil, no convertirse en un obstáculo. Nuestra apariencia está transmitiendo constantemente información.
La apariencia tiene que ver con el liderazgo, tu imagen ejecutiva debe respaldar tu capacidad, conocimiento y experiencia. La imagen púbica se ve reflejada en cada una de las actuaciones sean oficiales o privadas.
Hay quienes piensan que en el vestuario está la personalidad. Hay que recorrer mucho camino para aceptar que gestionar la marca de uno mismo es relativamente
sencillo, si se conocen las técnicas básicas y se utilizan eficientemente las herramientas más adecuadas.
La apariencia tiene que ver con el autoestima y la responsabilidad que implica proyectar una imagen de confianza y respeto. Todo profesional que ejerza puestos de dirección, debe aprender a desarrollar una imagen integral, desde la vestimenta, hasta la identidad y el compromiso.
La imagen personal es todo; no necesitas llenarte de carteles para decir quién eres. El hecho de estar expuesto a la percepción de las personas que nos ven, va a depender de nuestro aspecto físico, y por tanto de nuestra manera de vestir.
En política, la imagen personal es una de las herramientas de trabajo más persuasivas. Recordemos que el sentido de la vista es más contundente en la comunicación política, porque con el sentido de la vista nos encargamos de impresionar más a la mente de la gente y dejar emociones memorables.
Basta con una sola visión superficial de la ciudadanía hacia un líder o candidato y tiene como resultado un concepto de aprobación o rechazo. Un estudio de la Universidad de Columbia resumía que: "la ropa es capaz de transformar nuestros estados mentales a la hora de afrontar un acto de comunicación, un discurso, una reunión u otro evento".
El tiempo es un juez tan sabio que no sentencia de inmediato, pero al final da la razón a quien la tiene.
Vestirse bien es un arte, acompañado del buen gusto. En política debo recordar que así como los líderes reciben asesoramiento en cuanto a sus estrategias de comunicación, también lo hacen para mantener la congruencia de su imagen por lo que la elección de sus vestuarios no está librada al azar. El buen uso de lo colores, texturas y accesorios, revelan un estilo de vida también.
Nadie quiere ser representado por quien no le otorga importancia al cuidado personal y a la imagen pública.
