LO QUE NUNCA MUERE, EL AMOR
Y que tiempos aquellos, cuando se sentaban a la mesa a familia entera; las dos cabeceras ocupadas por mamá y papá; tíos queridos y los hermanitos. No disfruté de abuelos porque se fueron muy pronto, su data era desde 1904 en adelante.

Hoy que el mundo giró 360 grados; añoras más que nunca a tus seres queridos; unos se fueron muy lejos, los que emprendieron el viaje sin retorno a la eternidad -dicen,- sin saber si quiera, que realmente existe. Yo pienso que todos los míos, están allá reunidos, atados por ese lazo de amor, y con los nudos más fuertes que no pueden ni el tiempo, ni la lluvia, ni el frío desatar.
Mientras tanto nosotros, seguimos recorriendo su camino, emulando sus mejores dones, y viviendo frente al calendario, a ver cómo se acorta el tiempo, para volvernos a encontrar.
Algo que nunca muere, es el amor verdadero, por eso es mejor rendirle homenaje a su memoria, al recuerdo de amenas sonrisas y cálidos abrazos. No podemos visitar sus tumbas frías, pero podemos revivirlos con emociones. Que su alma y su espíritu se regocije con una oración y un Ave María. Por todos los que se fueron, ofrezco un Padre Nuestro y mi mayor energía.