"Sólo voy a tomar nota, sólo vamos a estar tres personas, sólo voy a su casa, sólo, sólo, y sólo" la frase que antecede a la justificación de estar vestidos como sea. ¿Les parece familiar estas expresiones?, Pues bien, déjame decirte que lo peor que una persona pueda hacer es no presentarse bien vestida según la ocasión, más aún cuando realizar trabajos importantes de interrelación y tienes que concurrir a una oficina, una residencia, o un restaurante.
La imagen personal dice muchísimo de nosotros, es la carta de presentación y emite señales de quienes somos. Por ejemplo, hay profesiones que ameritan usar siempre uniformes y ciertos elementos de cobertura; obviamente que no estaremos pensando en lucir una camisa de seda o una falda Chanel. Pero si hacemos labores de oficina, la ropa apropiada debe ser formal y de buena calidad.
Para quienes estamos en el mundo de la comunicación, el fotoperiodismo, la asesoría, nuestro vestuario debe ser más que lindo. Si vamos a fotografiar moda, belleza o afines, debemos estar a la altura de la ocasión, sin tratar de ser las protagonistas. Si vamos a una entrevista con un funcionario o una persona mayor, recurrir al traja recto de colores sobrios y calzado cómodo, nos hace lucir elegantes.
Hay muchas formas de entender la importancia del vestuario, y en pleno siglo XXI no se ha perdido el mito de "como te ven te tratan". Busca la armonía entre tu cuerpo, tu actividad y el color que vaya con tu tono de piel. Siguiendo estos pasos, lucirás atractiva y segura de tí misma.
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